¿Diferencias entre los implantes de carga inmediata respecto a los normales?
Esta técnica permite, a diferencia de la implantología clásica, reducir la intervención a una sola. En la práctica tradicional, primero se lleva a cabo la extracción del diente. Una vez extraído, es necesario esperar a que el alveolo (la encía que rodeaba la pieza) madure. Una vez esta regeneración de la encía ha tenido lugar, se coloca el implante propiamente dicho. Pasados 3 o 4 meses, se procederá a colocar la corona. De este modo, con la implantología de carga inmediata se consigue llevar a cabo todos estos procesos en una sola intervención.
Tras realizar la extracción y colocar el implante, inmediatamente después, se coloca una primera prótesis dental provisional. Esta permite recuperar la funcionalidad bucal desde el primer momento, pues se sale de la consulta odontológica con un implante completo y totalmente adaptado.
La provisionalidad de esta prótesis es debida a la osteointegración necesaria para afianzar el implante. Este supone un trauma para el tejido, pues implica la inserción de un material ajeno y nuevo, por lo que se requiere un tiempo de adaptación y fijación. Este tiempo es de, aproximadamente, 4-6 meses. Transcurridos los cuales, se procederá a colocar la prótesis definitiva que acompañará al paciente años y años.
Factores positivos de los implantes inmediatos
Mediante esta técnica, se consigue evitar las aparatosas dentaduras removibles mientras se completa la osteointegración; lo que supone una comodidad para el paciente, pero también mejora y favorece la futura adaptación de la porción concluyente.